Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2020

Twitter

El Rastro [2/3]

Sangre. Un rastro de sangre que me sigue, que me marca. Estoy marcado. Ahora es imposible escapar. Lo sé, pero… ¿Qué se supone que puedo hacer al respecto? Aprieto los dientes y trato de correr como puedo. El dolor en mi espalda es lacerante e incluso podría llegar a ser incapacitante en otras circunstancias. Pero no en esta. En esta, por suerte para mí, no es más que el aliciente que necesito para seguir corriendo. A cada segundo que pasa, el dolor me recuerda por qué corro. Por qué es imprescindible que siga corriendo. El frío me rodea por todas partes, en forma de pequeños copos juguetones que revolotean alrededor de mi rostro, acompañado por las vaharadas de aire caliente que exhalo cada vez que respiro. Me va a alcanzar. Lo sé. Lo presiento. Sin embargo, desde que mi chaqueta se desgarró en el bosque, no he vuelto a escuchar sus bramidos. Sus terribles y estremecedores bramidos. Quizás sea buena señal. Lo sea o no, debo correr. Correr. Correr. Correr. La montaña al fondo

La Bestia [1/3]

“¡No, no! ¡Otra vez no! Por favor… No. No quiero, no quiero” Pienso mientras una extraña sensación me recorre el cuerpo de manera ascendente. Es una sensación tosca, desagradable, que remueve lenguas de oscuridad en mi interior y las saca a la superficie. Es una sensación de energía aberrante y aterradora. Y, por desgracia, la conozco muy bien. El miedo atenaza de forma invalidante la parte de mí que se resiste a esa extraña influencia, de manera que soy incapaz de moverme mientras la oscuridad se apodera de mí. Completamente superado, siento como mis sentidos se atenúan, mi visión se torna borrosa, los sonidos me llegan de forma difusa… Incluso la parte de mí que soy yo parece diluirse en la oscuridad que me posee, que crece y crece… Siento como… Pierdo la consciencia… ¡SANGRE! ¡La huelo, la huelo! Os encontraré, criaturas… Os encontraré y arrancaré vuestras cabezas de la columna que os sujeta. Mi cuello se balancea rápidamente en un tic compulsivo, y mi boca se abre en