Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2019

Twitter

Veinticuatro Horas

Empezó a llover justo en el momento en el que salí al jardín. El cielo presentaba un color ceniciento y ominoso y todo a mi alrededor parecía mustio, sin ganas de seguir viviendo. Yo, bendita sea mi ignorancia, no me di cuenta de la tensión y la tristeza que se respiraba en el ambiente. Aunque, para ser sinceros, nadie parecía darse cuenta. En cualquier caso, el hecho de que empezara a llover en ese momento, más que desasosiego me produjo contrariedad. Fruncí el ceño, airada y eché un rápido vistazo al interior de la cocina que se divisaba a través del cristal. Mi padre todavía leía el periódico y mi madre hablaba por teléfono... Creo recordar que con tía Mary, pero como era una niña, y no prestaba mucha atención a ese tipo de cosas, no puedo confirmarlo con seguridad.      Aprovechando que mis padres todavía se encontraban en la cocina, y que, al menos por el momento, no parecían tener intenciones de moverse de allí, bajé las escaleras del porche y mis pies alcanzaron la hierba en