Silencio. Caminando entre las grises hojas de los mustios árboles, silencio. En el encapotado cielo ennegrecido, silencio. De vez en cuando, algún pájaro hacía ruidos monótonos y lejanos... Simplemente otro tipo de silencio. Laina trataba de buscar allá por donde sus pasos la guiaban, algo distinto, algo diferente a aquel sordo y, a su vez, estremecedor silencio. Sus pasos eran meros golpes en aquel mar insonoro. Sus manos se balanceaban a un lado y al otro mientras caminaba, siguiendo un patrón repetitivo, pero estaban yermas y en silencio; Como el resto de cosas de aquel mundo. Laina suspiró con abatimiento y siguió caminando hacia su casa. En el camino, alzó la cabeza y trató de buscar... ese algo en el resto de personas con las que se cruzaba. Pero todos mantenían la mirada clavada en el suelo, tan mustios y apagados como el cielo que se extendía sobre sus cabezas. Todos caminaban sin prestar atención a los demás. Todos caminaban en silencio. Incluso el edificio en el q
Escribo relatos. Y eso.