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Mostrando entradas de mayo, 2018

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Cicatriz

Dibujo de: @lisort Un par de nudillos rotos, y un corte en la mejilla. En términos de daños físicos no es nada. Nada. Un rasguño y unos huesos rotos no pueden considerarse daños cuando he sufrido cortes y lesiones mortales por todo el cuerpo. Una fractura de los metacarpianos no puede considerarse nada cuando en mi torso reluce una cicatriz que abarca desde el cuello hasta la pelvis. Y sin embargo... Sin embargo me siento mal. No me sentía así de mal desde el día en que casi me quedo sin mi pierna izquierda. Jamás olvidaré la angustia que sentí cuando por el veneno de ese bicho casi me la tienen que amputar. Porque sin mi pierna no podría realizar mi trabajo. Sería un estorbo inútil. Estar tullido es sinónimo de estar muerto para mí. Entonces, si las heridas que tengo ahora no son de gravedad, ¿Por qué siento la misma presión en mi pecho? Realizo un examen físico superficial para asegurarme de que todo está bien, y lo único que sospecho que podría ocasionarme este sentimiento

Prólogo: El poder al alcance de la mano

     Xian miraba los barrotes de la prisión en la que estaba encerrado. Los miraba, pero no los veía. La celda en la que se encontraba era pequeña, húmeda, oscura y falta de objetos; Como cualquier buena celda que se precie. Sin embargo ni la suciedad ni el putrefacto olor parecían hacer mella en Xian, que contemplaba ausente los barrotes de la jaula en la que se encontraba. De hecho no se movió hasta que un hombre vestido con una túnica roja se acercó a su celda. Cualquier persona normal habría pensado que era simplemente un hombre bien vestido y de alta cuna, pero Xian no era cualquier persona. Xian sabía que aquel hombre era un hechicero. Más concretamente un hechicero del fuego:      –¡Xian, amigo mío! ¿Cómo estás?– su sonrisa dejaba claro que se estaba burlando de él, pero el hombre encerrado no se inmutó, no dirigió la mirada hacia sus ojos–. Tan taciturno como siempre, ¿verdad, Xian? Esta vez el hombre encerrado, llamado Xian, apretó los puños, alzó la vista. Pero no dijo n