Nota para quien la quiera: La letra en negrita representa una persona, mientras que la letra en cursiva es otra persona totalmente diferente. Nota 2: La historia está basada en la canción de Melendi con el mismo título que este relato. Eternamente muerto. Esas palabras resuenan en mi cabeza una y otra vez. No importa lo mucho que trabaje, lo mucho que trate de dormir para alejarme de esas dos palabras que me están causando tantos problemas. Siempre regresan, como un insecto molesto que no puedes aplastar por tu imposibilidad de verlo, y que zumba en tu oído de manera ruidosa y frustrante. Y me pregunto, ¿Cómo es posible que yo, indiscutible defensor de la inmortalidad desde su descubrimiento, y principal pionero de la misma, pueda tener la letra de esa canción…? No. ¿Cómo es posible que esas dos palabras hayan podido quedarse tanto tiempo y estén causando tantos problemas? No a la hora del trabajo. No pienso permitir que influyan hasta tal punto, pero desde que las escuché
Escribo relatos. Y eso.